martes, 30 de junio de 2009

Alsacia, Cuna de Vinos Blancos


En Francia, sobre el margen occidental del valle alto del río Rin, encontramos la famosa zona vitivinicola de ALSACIA, situada entre la imponente llanura del Rin y Los Vosgos se encuentran varias poblaciones donde el renacimiento se encuentra intacto. Esta región cautiva la región de Alsacia por sus paisajes, su arquitectura y por sus vinos.

14.450 hectáreas de viña confieren a esta región francesa una identidad personal. A pesar de que Alsacia perteneció a Alemania hasta hace bien poco (1945), los vinos de esta región se asemejan más a los franceses que a los Alemanes, menos consistentes y sabrosos.

Su privilegiada situación climática, permite a las cepas madurar lentamente gracias a unos inviernos rigurosos y uno verano cálido y bochornoso. Todo ello concede alma propia a los vinos de Alsacia, que otra se exportaran a toda Europa como vinos muy personales.

Alsacia es la región del vino blanco. El 90 % de su producción de vinos se destina a vinos blancos, siendo los vinos tintos un producto residual con sólo el 10 % de la producción.

Esta región francesa cuenta con tres denominaciones de origen, entre las que se encuentran los famosos vinos de los Grands Crus. Que se agrupan en 50 viñas.

El rendimiento de las cepas de Alsacia es uno de los más altos del mundo. Y es que Alsacia parece una región destinada al cultivo del vino. La protección de los montes colindantes que impiden, además, de un exceso de precipitaciones, y la gran variedad de suelos (arcillosos, graníticos, grava, marga, ..) son los responsables de esta importante producción. Todo ello unido a una larga tradición que sigue reflejada en los vinos y las costumbres de Alsacia.

En la actualidad, los vinos espumosos alsacianos se abren paso en el complejo y competitivo mercado francés. Los Cremants son vinos fermentados en botella de excelente aceptación. Muy al contrario, los tradicionales Edelzwicker se encuentran en franco retroceso y sólo se atreven con ellos unos pocos productores que los comercializan bajo otras denominaciones no tan gastadas.

Fuente: Vinos y mas vinos

Michel Roland en VINEXPO

“Producir vinos malos podría desprestigiar la marca Malbec”


Por la mañana, un Michel Roland ciertamente agotado por los largos días de Vinexpo - su quinceava feria, según contó - y por todas las invitaciones, charlas, conferencias, tastings y cenas en las que ha participado, departió animadamente con Carlos Pulenta en el stand de Cap Vistalba. Al rato, visitó a su socia, Catherine Pere Verge en el stand de Monteviejo y se dispuso a charlar con Los Andes de todo lo concerniente a la feria más importante de vinos del mundo, y al eno-rol de Mendoza en un mundo donde la competencia entre países vitivinícolas, es cada vez más dura.


-En un año de crisis, y pese a que la presencia de visitantes en la Vinexpo fue un 20% menor de lo habitual, usted piensa que esta edición de la feria fue positiva para Argentina.

-Totalmente. Estamos en crisis, no es novedad, antes de venir todo el mundo estaba triste, un poco asustado por lo que podía pasar en la feria. Hoy podemos decir, al cierre, que la feria ha sido una sorpresa para la Argentina y para todos los demás países, porque si bien hubo un poco menos de público, la gente importante está, los compradores están.

-De todas formas, ésta es una feria en la que los bodegueros dicen no hacer negocios, sino más bien contactos y fidelización de clientes. Esto se ha visto claramente en todos los stands de empresas argentinas, que estaban permanentemente ocupados con rondas de negocios. Pero se menciona que algunas presencias importantes faltaron...

-Sí, faltaron bastantes importadores americanos, pero ésta es la primera vez que veo tanta participación de los ingleses y de importadores europeos en general en la feria.

-¿Qué le pareció que el stand de los productores de Cahors se colocara justo enfrente del de Argentina? ¿Una ofensa 0 es que los franceses quieren colgarse de la fama del malbec?

-Bueno, creo que lo que hizo Cahors fue muy inteligente, es una gran idea ponerse al lado de la Argentina cuya fama mundial sigue creciendo. A ti te molesta... ?

-No en lo personal, pero a algunos bodegueros argentinos si pareció molestarles, aunque el comentario generalizado es que se querían contagiar un poco de fama. Vamos a otra pregunta: Argentina esta en su mejor momento en ventas de vinos a EEUU y de fama mundial, pero ¿cuales son los peligros que enfrenta la industria?

-Bueno yo creo que hay peligros en este crecimiento. Para evitarlos lo primero es seguir haciendo calidad, en esto no se pueden tomar licencias los productores argentinos sólo porque el malbec ahora es famoso. Lo otro es que el producto que ya tiene un posicionamiento en el mercado debe cuidar sus precios. No se pueden poner precios locos.

-¿A que se refiere cuando habla de precios locos?

-Me refiero a que se ven cosas extrañas en las góndolas. Vinos argentinos que en el mercado norteamericano valen, por ejemplo, 40 dólares y en Argentina 70 dólares. Eso no se puede hacer.
-¿Cuál es el peligro que encierra, para usted, este crecimiento rápido, con anabólicos, que tiene en este momento el vino de Argentina? ¿Puede pasarnos lo mismo que Australia? ¿El vino argentino se commoditizara?

-Yo creo que la marca Malbec argentino necesita tiempo y que éste es el momento de cuidarla. Yo creo que si bien pueden haber errores, todavía es demasiado temprano para predecir cómo le ira a la Argentina. Pero para que no nos suceda lo mismo que a otros países que han tenido una caída de ventas y de precios, lo que tenemos que evitar es producir vinos malos para esa demanda de vinos baratos que hay en el mercado. Una acción masiva como ésta podría traer aparejado un desprestigio de la marca Malbec y de la marca Argentina. Esto es un peligro porque Argentina no va a encontrar de un día para otro una nueva variedad emblemática, eso no es tan fácil.

-En esta feria tuve la oportunidad de apreciar cuánto aprecia Asia, y especialmente China, los vinos europeos y en particular los vinos de los chateaux franceses. Vemos a Europa enfocándose en Asia de una manera muy fuerte, mientras que Argentina casi no pone pie en ese mercado. ¿Usted cree que de veras hay competencia por mercados entre los vinos del Viejo y del Nuevo Mundo, o Europa esta mirando hacia otro lado?

-No coincido del todo con esa visión. Creo que hay una competencia mundial en cuanto al vino. Diez años atrás el Viejo Mundo vitivinícola no creyó que el Nuevo Mundo llegaría tan alto en ventas. Yo creo que hoy Europa siente la competencia del resto de los países, y esto es bueno porque de esta competición salen productos mejores. Todos estamos peleando los mismos mercados. Sucede que Francia, por ejemplo, está consolidada en marcas y segmentos de precios diferentes, más altos, por su trayectoria. Sin embargo, el mercado es grande y cada vino busca un lugar en su segmento de precios.

Fuente: Gabriela Malizia - Desde Burdeos Para Diario Los Andes de Mendoza

lunes, 29 de junio de 2009

Envases ecológicos para Norton

Pesan entre 15 y 17% menos que las convencionales, pero mantienen todas sus cualidades.

Norton comenzó a embotellar sus vinos con envases ecológicos que le representarán un ahorro de 700 toneladas de vidrio en un año. Estas botellas pesan entre un 15 y un 17% menos que las corrientes y son fabricadas por la empresa Saint Gobain Rayen Curá.

A pesar de ser más livianas, poseen todas las cualidades de conservación que tienen las botellas convencionales. Por el momento las utiliza para envasar sus líneas Norton Clásico, Norton Varietal Joven y Norton Bivarietal, que compiten en el segmento más masivo del mercado.

Además de vidrio, Norton anunció que el uso de botellas amigables con el medio ambiente le permite disminuir en un 7% de la cantidad de energía empleada para la fabricación de los envases, reducir la emisión de gases de efecto invernadero y hacer un importante ahorro en los costos de transporte.

Sergio Lucero, del Departamento de Investigación y Desarrollo de Norton, dijo que "con este trabajo damos muestras reales de compromiso con el ambiente de acuerdo con nuestra filosofía, que es reconocernos como parte de la naturaleza".

Fuente: mdzonline.com

domingo, 28 de junio de 2009

ASI, NACIERON LAS BARRICAS


Tanto los celtas, como sus descendientes los galos, pueblos de la Europa antigua, fueron grandes amantes del vino. De ellos nació la barrica tal como la conocemos hoy…


Esta historia comienza con el pueblo celta que habitaba en los bosques de la zona septentrional de Europa, que tuvo su edad de oro en el siglo IV y V a.c., período durante el cual afrontaron tres grande guerras con éxito, las cuales tuvieron poca influencia en el curso de la historia del sur de Europa, ya hacia el año 500 a.c. conquistaron España y un siglo después la zona habitada por los etruscos, en lo que hoy es el norte de Italia, posteriormente, se asentaron en gran número en los territorios de la Galia Cisalpina (territorio comprendido entre el Rhin, los Alpes, el Mediterráneo, los Pirineos y el Atlántico), en España, Bretaña e Irlanda.
Por aquel entonces, el clima en la zona norte de Europa era muy frío. Para resistir y adaptarse a esas duras condiciones climáticas, los celtas aprovechaban la madera de los bosques y construían sus casas, escaleras, camas, cunas y utensilios con la forma de tinas y baldes de roble, como asi también los barcos utilizados para el intercambio comercial con otros pueblos.

Por otro lado, la vitivinicultura nacía en la cuenca mediterránea al sur de Europa y próxima al Cercano Oriente, en la zona comprendida entre la Mesopotamia, Siria, Egipto y Grecia. Esta región en donde la cultura de la vid se extiende y prospera, tiene un clima seco, cálido, con lluvias limitadas, las extensiones de bosques eran raras y el agua, un elemento precioso. Así, las actividades se centraron en el buen aprovechamiento de la tierra y la buena irrigación.
Griegos y romanos usaron para trasportar sus bebidas y comestibles, un recipiente fabricado de barro cocido, llamado ánfora, que tenia una capacidad que iba de los 5 a los 80 litros. Con ellas, se transportaban los elementos más diversos como el vino, el aceite, las frutas, la miel, etc. El problema surgió cuando se quiso transportar mayor volumen de líquido, pues se volvían muy pesadas y permeables, por lo que recurrieron a la utilización de resinas que le conferian al vino mal gusto.

Cuando las ánforas eran de gran volumen, podían llegar a contener más de 5.000 litros de vino, los romanos le daban el nombre de dolia.

Los galos sometidos por Julio César a Roma, quisieron transportar las ánforas y dolias, pero se encontraron con varios problemas, en primer lugar en el norte el barro cocido no toleraba las inclemencias del clima: ante inviernos fríos, húmedos y lluviosos, el vino se congelaba. Además el transporte se tornaba engorroso, ya que eran recipientes grandes y pesados, por tal razón los galos debían encontrar un recipiente para el vino, liviano y fácil de transportar; y por otro lado, evitar su congelamiento, es ahi donde ese barril de madera de roble que utilizaban los celtas fue un buen recurso.

Según relatos de la Guerra, los galos le habían dado numerosos usos a estos recipientes, como llenarlos con sustancias combustibles y lanzarlos contra las tropas romanas. Si bien se les había abierto la imaginación sobre la utilidad de estos barriles, los galos aportaron una innovación importante, se les ocurrió que estos recipientes debían tener forma ovoide, ya que para darle resistencia, no se los podía fabricar con tablas rectas, sino que debían ser curvas con forma de huevo.

En la fabricación de las barricas, el pueblo celta calentaba las duelas para curvarlas. Construían un recipiente con dos fondos de igual dimensión y entre ambos colocaban 27 a 28 tablas arqueadas (duelas). Así nació la barrica que hoy conocemos. Además, con este procedimiento lograron subsanar otro problema, ya que al ser curvas las duelas, cuando las trasladaban por el piso podían rodar y la fricción era mucho menor que cuando el recipiente poseía tablas rectas, haciendo más fácil su transporte.

Pero aún quedaba otro problema por resolver, ¿Dónde colocar estos barriles para favorecer la conservación óptima del vino?, fue así que, para protegerlos del riguroso clima decidieron colocarlos bajo tierra, donde la temperatura constante y la gran humedad ayudaban a la conservación de la madera. Allí nace la famosa "cava".

Sin embargo la implantación masiva de la barrica en Europa fue retardada por otro fenómeno: la tradición greco - romana, cultura dominante durante varios siglos del mundo mediterráneo, que las consideraba un arma terrible, cargada de malos recuerdos, repleta de materiales inflamables. De esta manera, la penetración de la barrica desde el norte hacia el sur de Europa, tuvo que atravesar numerosos obstáculos, algunos de ellos políticos.

Según Plinio al caer el Imperio Romano de Occidente, en el siglo IV, se derrumba el sistema comercial y el ánfora le cede su espacio a la barrica, como recipiente para transportar el vino, es así, como en las pinturas de la Edad Media se pueden observar los barcos de transporte comercial llenos de barricas.

Hasta ese momento, la única función de la barrica era el transporte, recién en el siglo XVII y sobre todo en el XVIII, los viticultores de países mediterráneos como Francia, comenzaron a notar que los vinos transportados en barricas podían mejorar sus condiciones cualitativas, pero para que esto ocurriera, necesitaban hallar algo que permitiera crear un ambiente de asepsia en los recipientes, ya que las barricas al ser lavadas solo con agua, eran invadidas rápidamente por bacterias que se alojaban en los poros de la madera, fue así que surge la mecha azufrada, introducida por los alemanes, facilitando la conservación prolongada de los vinos.

En la época en que los países europeos salieron a conquistar territorios y a ocuparlos colonialmente, largas travesías en barco se hicieron frecuentes y el vino se volvió un acompañante infaltable. Mediante estos descubrimientos, los vinos pudieron recorrer grandes distancias sin alterarse.

El "vientre" de la barrica, marcó en forma decisiva su superioridad sobre el ánfora. Además de todas las ventajas físicas de su forma, la mejor resistencia a la presión y al apilamiento, dentro de ellas se producía un fenómeno muy interesante. Los vinos que tenían sedimentos en suspensión, colocados en barricas, quedaban clarificados naturalmente, pues todos los sedimentos quedaban en la barriga de la barrica. En forma fortuita, se descubre no sólo una forma de conservación adecuada, sino una forma de clarificación natural de los vinos.
Luego de permanecer durante un tiempo en las bodegas de los barcos, llegaban con caracteres mucho más agradables al paladar y al olfato, así comenzó a desarrollarse el concepto de crianza en barrica.

Bibliografía: Prof. Adriana Ruth de la Mota.

viernes, 26 de junio de 2009

OTRO GRAN APORTE DE ANGEL MENDOZA, HOY NOS CUENTA SOBRE SU BRUT XERO

El Licenciado Ángel Mendoza, elabora en su Bodega garage “Domaine st. Diego”, vinos de culto para amigos exclusivos, entre los que sobresale un vino naturalmente espumoso llamado BRUT XERO, elaborado por un viejo método rural iniciado 100 años antes que el Champagne, en una abadía ST HILARY, ubicada en el sur de Francia en el pueblo de CARCASSONE.
En esta región de Francia se lo denomina Blanquette de Limoux y resulta ser un vino espumoso originario del Languedoc, con Appellation d'Origine Contrôlée (AOC) desde el 18 de febrero de 1938 por decreto, convirtiéndolo en el primero creado en el viñedo del Languedoc y uno de los primeros AOC de Francia. Existen dos variedades, el “Blanquette de Limoux brute y el “Blanquette de Limoux Método Ancestral. Este vino está considerado como el vino espumoso más antiguo del mundo, elaborado por primera vez en 1531 por los monjes de la Abadía Benedictina de Saint-Hilaire, a partir de la transformación del vino blanco tradicional de la región que se elaboraba ya desde época de Tito Livio. Diversos escritos certifican de la fabricación y la exportación de botellas de Blanquette, procedentes de la localidad de Saint-Hilaire, en el Aude.

Este artículo que comparto con ustedes a continuacion, me lo ha enviado el Licenciado Angel Mendoza, quien ha tenido la gentileza de enviarmelo via email, que lo disfruten y gracias Angel por sus enzeñanzas…

El saber hacer de este producto, evoca a los primeros vinos con burbujas aparecidos en el mundo. La metodología de DOMAINE ST.DIEGO es fermentar primero los mostos en tanques de acero inoxidable y a bajas temperaturas.

Luego los rastros finales de azúcar (aproximadamente 20gr / lts) fermentan herméticamente dentro de la botella.

En nuestro BRUT XERO, se desarrolla el vino y la generación de burbujas en forma simultánea. Solo es necesaria una única fermentación.

Después nuestro BRUT XERO descansa en estibas por más de un año, a temperaturas controladas en silencio y oscuridad, para que aparezcan todas sus cualidades de típico ermitaño (expresión de aromas francos de autólisis, rosario no tumultuoso, perlage fino y corona de pequeño espesor, burbujas cremosas).

A partir de aquí siguen las tareas de pupitre, donde las levaduras se dirigen en forma ordenada, durante un mes, hacia la cabeza de la botella que esta boca abajo.

Finalizada esta tarea se realiza el degüello, posterior relleno, tapado y bozalado.

Las botellas descansan una semana para que cuando sean destapadas puedan expresar todas las características logradas en este lento y minucioso proceso, casi monástico.

Recomendamos que BRUT XERO –CUVEÈ DOGMA –LUCAS N. MENDOZA sea bebido en el año, para que usted pueda disfrutar sabores como la manzana verde, el ananá y fundamentalmente el durazno blanco; también aparecen aromas a cáscara tostadas de pan casero, e ideas aromáticas como a yogurt de las frutas anteriormente mencionadas.

Brut Xero es elaborado mediante METODO RURAL, una bebida natural, que no tiene agregado de azúcar externo, para el tiraje, ni en el dosage, como lo tienen todos los Champañas del mercado.

Por su elaboración artesanal puede que no exista una uniformidad en cuanto a la presión en todas las botellas e incluso producirse el deposito de cristales tartáricos. Esto no es signo de defecto, pero si de su autenticidad y naturalidad.

BRUT XERO no es un Champagne, ni un Sparkling wine, y menos un cava. Es nuestro producto personal, NATURALMENTE ESPUMOSO, elaborado bajo un método, distinto, original y perdido en la noche de tiempos pretéritos.

Se recomienda beberlo a baja temperatura, entre 3 y 5°C, Guardar en refrigerador a temperaturas cercanas a 4 ªC, para reducir la presión interna sobre el tapón y evitar el molesto encorchado.

En la mesa conservar en el clásico cubo de agua y hielo.

Este vino es muy saludable para la mujer, sobre todo cuando lo beben los hombres...!!!

Ostras frescas, camarones con oliva y limón, bruschetas, rabas marinadas, Brut Xero, mujeres lindas y simpáticas = la mejor opción para el hombre gourmet.

Para que más...???
Brut Xero-Cuveè Dogma
Lucas N.Mendoza
Malbec blanc de noir 70%-Chardonnay 30%
Método Rural.
Alcohol : 12,5 ªGL - Acidez Total : 6,3 g/l - pH :3.2 – Az : <2>


Muchas Gracias Lic. Angel Mendoza!!!

Gran desempeño argentino en feria más importante del mundo vino.

Durante la feria de Vinos de Burdeos, tres bodegas argentinas recibieron 8 premios en el concurso Citadelles du Vin. A la vez, la edición del verano europeo de la prestigiosa revista de Burdeos Tasted incluyo la Guía de Vinos del periodista Andreas Larsson, con los mejores Malbec, Cabernet y Blends de Argentina.

La guía de vinos de Andreas Larsson, incluida en la revista bordelesa Tasted en su edición verano 2009, catalogó 159 vinos argentinos a los que agrupó en Top Premium Malbecs 2006- 2007, a los que a su vez sub-dividió entre Vinos Excepcionales, Sus preferidos Top y Lo que me gustó. La siguiente categoría está en los Premium and Medium Malbecs 2006- 2007. En segundo lugar, el catador fue a los blends, catalogando solo de dos formas (preferidos top y lo que me gustó) a los Top Premium Blends de las añadas antes mencionadas, así como los Premium y Medium Blends.

Fuente: Gabriela Malizia Para areadelvino.com

miércoles, 24 de junio de 2009

MALBEC, ORGULLO NACIONAL

Cuando en alguna parte del mundo se pronuncia la palabra Malbec, se lo asocia automáticamente con la República Argentina, así como sucede con el dulce de leche, el tango, los alfajores, etc. Es que esta cepa se ha ganado el título de Embajador Argentino, demostrando que encontró en nuestros terruños el lugar ideal para crecer, desarrollarse y ofrecer el máximo de sus cualidades.

Esta cepa emblemática Argentina no solo demuestra que los vinos que se producen a partir de ella son de gran calidad, al ser el emblema de un país, significa que estos vinos son los mejores del mundo.

Su origen es francés y es conocida en el mundo con diferentes nombres, como Cot, Malbec, Malbeck, Noir de Pressac, Auxerroir Noir, Noir Doux, Saint- Emilion, etc., y fue introducida en nuestro país, gracias a la iniciativa y el espíritu innovador de Domingo Faustino Sarmiento, quien durante su gestión como Gobernador de Cuyo, contrato al Ingeniero Agrónomo Francés Michel Aime Pouget, quien se encargo de establecer las primeras plantaciones de esta variedad en la Finca de Carlos González, en el Departamento de Las Heras, al norte de la Provincia de Mendoza, cabe destacar que Pouget fundo en esa provincia, la Quinta Normal de Agricultura, primer establecimiento dedicado a la formación de nuevos técnicos en el cultivo de la vid.

Cuando recorremos un viñedo de Malbec, podemos diferenciarlo a simple vista por las características que presenta la planta, sus hojas son orbiculares, rugosas, suaves, desiguales, con tres lóbulos débiles y uno central muy largo, el racimo puede ser de tamaño medio o grandes, con uno o dos alerones, con frutos esféricos pequeños y sueltos, de color negro y piel gruesa con taninos marcados y sabores muy destacados, en otoño estos viñedos hacen del paisaje mendocino un verdadero espectáculo de color rojizo.

El crecimiento de la vitivinicultura argentina y la adoración que ha causado el malbec en el mundo, han producidos verdaderos cambios en la superficie plantada, duplicándose a mediados del año 2000 la superficie mínima de 10.000 has que existía en la década del 90’.

Hoy sobre un total de 100.174 has cultivadas de cepas tintas en nuestro país, el 26% corresponden a esta variedad, seguida de lejos por la bonarda y el cabernet. Todas las provincias productoras argentinas cuentan en sus cuarteles con esta variedad, haciendo una parada especial en Mendoza, donde la diferencia con el resto del país es notable, debido a sus 18.694 has.

Refiriéndonos al análisis sensorial de los vinos elaborados con esta noble variedad, podemos destacar en vista los colores rojo ciruela y rojo guinda, violáceos casi negro, que pueden llegar a aparecer en un vino joven, para identificar bien los aromas típicos o primarios del malbec hay que nombrar los frutos rojos maduros como la ciruela y la guinda, conjugados con pasas de uva y violetas entre otros, luego de pasar por estas dos etapas descubrimos los sabores que nos expresará en boca un autentico malbec, allí encontramos un vino seductor, soberbio, con taninos aterciopelados, dulces y redondos, con predominancia de ciruelas negras maduras, algunas notas mentoladas o florales. Si el vino ha tenido su paso por madera notaremos además la vainilla, el chocolate, el cuero y el tabaco en algunos casos.

En cuanto al maridaje en nuestro país "No hay asado sin Malbec", también podemos acompañar las pastas del domingo con alguna salsa suave.

Este es nuestro MALBEC, el que ocupa día a día, mas espacios en góndolas, salones, concursos y publicaciones especializadas a nivel mundial, maravillando inclusive al exigente Robert Parker, quien califico por primera vez a un vino argentino con 99 puntos, el Viña Cobos Malbec 2006 y con 98 puntos los correspondientes a sus dos cosechas anteriores 2004 y 2005, en total 41 etiquetes argentinas lograron entre 94 y 99 puntos. Recientemente la reviste Wine Spectator ubico 4 vinos argentinos entre los mejores 100 de un total de 19500 etiquetas mundiales.

Este año “Monte Cinco Malbec OAK” de la Bodega Arturo Bertona, de Lujan de Cuyo, obtuvo la Medalla de Oro en el "Concurso Internacional Malbec al Mundo", fiscalizado por la Organización Internacional del Vino y la Vid.

Debemos estar orgullosos de los logros obtenidos por nuestra cepa emblema y continuar transmitiendo al mundo la nobleza de los varietales que llevan a los podios mas distinguidos a nuestros vinos.

martes, 23 de junio de 2009

Valor Enológico del Número 9


Fascinado por mi primera comunicación con el Licenciado Ángel Mendoza y habiendo disfrutado muchísimo del material que compartió con nosotros, fui en busca de mas enseñanzas de este gran enólogo argentino, aquí comparto con ustedes este interesante articulo que encontré en el sitio de Vino al Día, se trata de un escrito de Don Angel casi celebrando sus primeros 58 años de vida y la vendimia Nª 40 sobre sus espaldas, que fue publicado el Jueves 12 de Junio de 2008 y enviado a sus amigos en abril de 2007, que lo disfruten.....

He tomado mi PC para intentar algunas reflexiones sobre la fascinante vida de los vinicultores.

Ciertamente, mis últimas notas son más reflexivas que técnicas y son inspiradas en el entorno cotidiano que me toca vivir: Una vitivinicultura regional pujante, con vinos cada día más sabrosos y muchos nuevos actores que le ponen un dinamismo, a veces más veloz que los tiempos naturales de la vid y el vino.

Y de esta velocidad he querido salir intentando comprender mejor a la vid y al vino, por un camino de simplicidad reflexiva, para alcanzar las claves del éxito de esta industria milenaria.

La naturaleza posee ciclos o estaciones de tiempos precisos, constantes, que se repiten cada año en millones de años. Ciclos e intervalos de tiempo que el hombre no ha podido ni podrá cambiar.

Los aborígenes, o los primeros hombres de este planeta, sin los medios de precisión de este siglo, sabían que el nacimiento natural de un hijo necesitaba 9 (nueve) lunas llenas. Y lo tuvo que respetar siempre para lograr un parto feliz.

El vino, una criatura del hombre, también posee tiempos naturales para Nacer, Desarrollarse y Madurar.

Proviene de frutos de la Vid, vegetal que cumple 9 (nueve) meses, desde el lloro de la cepa por las heridas de la poda: la brotación, la floración, el cuaje, el crecimiento de los granos verdes, el envero, la maduración de los frutos y el reposo vegetativo.

Este ciclo se repite cada año, cada siglo, cada milenio.

Y necesita 9 (nueve) verdes años, de recién plantada, para lograr el equilibrio vegetal necesario, entre las raíces (que lamentablemente no vemos, pero intuimos) y sus órganos aéreos para ser generosa, uniforme y sustentable en la calidad de los frutos.

Para una producción armónica de gran calidad, acepta una poda de no más de 9 (nueve) yemas francas o fructíferas por metro lineal de sus brazos, de acuerdo al sistema de conducción elegido.

Cuando la poda es más rica, suele abortar yemas o sólo produce racimos pobres sin brote, porque su instinto vegetal le exige mantener la especie.

Y un desarrollo armónico, en equilibrio vegetativo, se logra cuando produce 1 (un) kilo de madera seca (sarmientos) de poda por no más de 9(nueve) kilos de uva producida.

Necesita también más de 9 (nueve) niveles de hojas por brote para lograr una efectiva superficie foliar de fotosíntesis, que le permita generar frutos sabrosos, bien maduros y sanos.

La excelencia de un vino nace de uvas magníficas, logradas de una relación numérica ideal: 1-100-1000.

- Un (1) gramo por grano.
- Cien (100) gramos por racimo.
- y, Mil (1000) gramos de uva por planta.

Sólo en terruños únicos, de suelos pobres y climas frescos, lamentablemente, muy pocos en el mundo del vino.

También los mejores vinos tintos nacen de un mínimo de 9 (nueve) días de fermentación-maceración. En este periodo alcanzan un máximo aceptable de antocianos, un armonico nivel de polimerización y una justa extracción de precursores aromáticos del varietal, sin enriquecerse demasiado de duros y desagradables taninos de semillas, que se disuelven a medida que aumenta la concentración del alcohol vínico. Sólo uvas, terruños privilegiados y añadas excepcionales permiten maceraciones largas.

En la crianza en roble nuevo, a los 9 (nueve) meses se comienza a definir el equilibrio vinosidad-madera. Antes la madera se despega del vino, después la madera y el oxigeno lo secan (También secan a los contadores por el alto costo de las barricas y el capital inmovilizado).

Durante la crianza en botella de grandes vinos tintos soñados a precios de u$s 10/bot. De bodega, también a los 9 (nueve) meses de estiba se logra la fusión de componentes odorantes y sápidos del vino para definir un exquisito flavor del tiempo denominado bouquet. Es el tiempo justo para un lógico “realce”; y aprobación por los críticos periodistas enófilos.

El tiempo hace mejor a los buenos grandes vinos y a las cosas naturales.

9 (nueve) meses mínimo de contacto de levaduras auto lisadas sobre los espumosos clásicos, fermentados en botella, otorga esa dimensión abstracta de burbujas finas y sabores complejos, elegantes y seductores de esta bebida aristocrática, cada día más urbana.

Con tanto valor enológico del numero 9 (nueve), no comprendo aún la ansiedad de jóvenes o nuevos bodegueros y enólogos que no pasaron, ni vivieron 9 (nueve) cosechas o vendimias para conocer mejor los fenómenos naturales de la vid y el vino.

Tampoco entiendo a los nuevos inversores, a los nuevos ejecutivos comerciales del vino, pensando en un retorno de la inversión vitivinícola en cortos plazos.

Algunos Contadores, Ingenieros agrónomos, Enólogos y amigos de café, lo ilusionaron afirmando que incluso se lograban retornos a 5 años.

Cada día comprendo mas a mi amigo Michell Rolland, famoso enólogo consultor francés, de dos (2) cosechas al año y asesor de 100 bodegas prestigiosas del mundo cuando afirma:
“para lograr una pequeña fortuna en el vino, se necesita …gastar una gran fortuna “.

Y yo le agrego que se necesitan mas de 9 (nueve) vendimias respetando los tiempos de la vid y el vino.

5 de abril de 2007 (4:30 am), plena luna llena.
En pleno insomnio, logré plantear estos sentimientos de vinicultor apasionado, seguramente nacido de una noche de vino, luego de 9 (nueve) lunas llenas, como muchos vinicultores de tiempos pretéritos de la historia milenaria del vino.
Felices pascuas para todos mis amigos y seres queridos.

En un tiempo de reflexión, que se repite hace 2000 años, renovando la alianza y el misterio judío-cristiano que relaciona al olivo, el trigo y el vino, signos de la cultura mediterránea, con el amor de dios hacia los hombres.

Lic. en enología Angel Mendoza y familia de Domaine St. Diego.-

FUENTE: VINO AL DIA
POR: LIC ANGEL MENDOZA

lunes, 22 de junio de 2009

NUESTRO VINO Y SU HISTORIA, NOS HACEN GRANDES


Hoy la Vitivinicultura Argentina ocupa los primeros lugares a nivel mundial, alcanzando prestigio y reconocimiento de parte de los grandes críticos y conocedores, los vinos argentinos asombran y enamoran cada día más a consumidores del nuevo y viejo mundo, nuestro vinos han sabido ganarse el respeto en cada concurso o exposición en que se presentan, este logro es el fruto de una larga tarea que llevo muchos años alcanzar y que no concluye nunca, continúa creciendo, desarrollándose constantemente, perfeccionándose día a día, desde los trabajos en el terreno, en esos cuarteles bondadosos y nobles que cobijan nuestras vides, incorporando avances tecnológicos y demostrando el conocimiento, la capacidad y la buena mano de nuestros enólogos, todo esto y otros factores como la adaptación de las variedades a nuestro suelos de una manera distinta a otras partes del mundo, como el Malbec y el Torrontes, nuestro embajadores más representativos, nos hacen grandes, nos enorgullecen y nos dan ganas de conocer día a día más de su historia, una historia rica por donde se la observe, esa historia que empieza con la colonización y que crece a diario con el surgimiento de una nueva bodega o etiqueta. Hoy estamos orgullosos de nuestro tintos, blancos, espumantes y el ultimo grito, los vinos orgánicos, que ya son el objetivo de importadores mundiales, los que confirmaron esta semana en Mendoza, que el 99% de la producción nacional esta conquistando los mas exigentes paladares de otros continentes, por todo esto y mucho más, creo que es necesario revivir la historia de nuestro Vino Argentino.


Todo comenzó con la llegada a América de los primeros colonos, quienes en el equipaje de los previsores sacerdotes traían vino y vides, ya que debían contar con él, para oficiar la Santa Misa. En 1943, precisamente en las Antillas, surgieron las primeras plantaciones, pero el clima de la región evitó que los cultivos prosperaran, los conquistadores continuaron avanzando y es en México donde tuvieron éxito los primeros retoños.

De tierras Aztecas, el cultivo de la vid paso por Perú y luego llego a Chile, poco después, al cruzar la Cordillera de Los Andes, fue introducida en Argentina en el año 1543, extendiéndose por el centro oeste y noroeste del país.

En 1557 aproximadamente, los Jesuitas llegaron a la Ciudad de Santiago del Estero, donde un año después, de la mano del padre Juan Cidron, ya contaban con importantes plantaciones de viñedos.

Entre los años 1569 y 1575, con la llegada del padre Cidron, convencido por Juan Jufre, se inscribieron los primeros viñedos en Mendoza y San Juan, donde con el transcurso del tiempo se empezó a desarrollar una industria que transformaría los extensos desiertos en grandes y verdes oasis.

La vitivinicultura Argentina no siempre se recostó sobre las laderas de la Cordillera de Los Andes, en 1558 también florecía en Misiones y en menor medida en las provincias de de Córdoba y Santa Fé.

En 1853, Domingo Faustino Sarmiento, ejerciendo el cargo de Gobernador de cuyo por esos tiempo, contrato al agrónomo Frances Michel Aime Pouget, quien seria el encargado de reproducir las primeras cepas de Malbec en nuestro país. Los vinos de esa época eran producto de vendimias tardías, que aseguraban un alto grado alcohólico y terminada la fermentación del mosto, se los fortalecía, agregándoles lo que se denominaba el “cocido”, que no era otra cosa que mosto virgen concentrado en forma directa sobre fuego, hasta ese entonces la vitivinicultura argentina desconocía las investigaciones realizadas por Luis Pasteur sobre la fermentación alcohólica, las alteraciones en los vinos y los medios para prevenirlas.

El cambio comenzó recién en 1855, cuando Pouget creó la primera Escuela de Agronomía en Mendoza, esto sumado a las leyes de aguas y tierra y los conocimientos aportados por los inmigrantes europeos, dieron comienzo a una prospera época de innovación enológica.

A fines del año 1800, terminaría la travesía que cumplían los vinos al ser transportados por periodos muy largos en carretas a sus destinos finales, el litoral o la ciudad de Buenos Aires, ya que comenzaba a funcionar en cuyo un medio de transporte rápido y económico, “El Ferrocarril”.

Después de la Primera Guerra Mundial, los vinos argentinos fueron adquiriendo calidad y se comenzaron a importar cepas de países como Francia, Italia y España, las que se adaptaron al suelo y clima de una manera excelente, la industria siguió creciendo en calidad y en cantidad, abarcando para el año 1960, 242.324 hectáreas de viñedos, con un consumo por persona de 90 lts anuales.

No todo fue fácil en la historia de nuestra vitivinicultura, el su camino debió sortear dos grandes crisis, la primera debido a la gran depresión mundial de esos años, lo que produjo el cierre de muchas empresas, la caída de los precios, el consumo interno y las exportaciones, los vinos no se vendían y algunas bodegas debieron arrojarlos a las acequias, buscando una solución al problema el estado creó la Junta Reguladora de Vinos, lo que trajo cambios en la mentalidad del bodeguero, el que comenzó a producir calidad y no cantidad, se inicio la reconversión de los viñedos, se estatizo la Bodega Giol y se creó el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura).

La otra gran crisis que soporto el sector ya no se debió a la situación mundial, sino que fue a causa de los cambios de hábitos de los argentinos, se comenzó a reemplazar en la mesa de todos los días, el vino y la soda, por gaseosas y cervezas.

De 1979 a 1984 el consumo apenas alcanzaba los 21 millones de hectolitros, quedando un excedente en bodega luego de la cosecha de 40 millones. A partir de 1982 la situación comenzó a normalizarse.

En 1987, contábamos con 274.705 hectáreas de viñedos, la cantidad de kilos de uva había descendido radicalmente, pero todavía no podíamos hablar de vinos de calidad.

Mientras Chile ya había comenzado su carrera en busca de conquistar el mundo con sus vinos, en Argentina era solo una vaga idea de algún que otro productor, recién en 1991 se abrieron las fronteras y se comenzó a importar tecnología y bienes de capital, como el acero inoxidable, así la presencia de nuestros vinos en los principales salones mundiales comenzó a dar que hablar, fueron surgiendo las publicaciones especializadas que daban testimonio de este fenómeno, los vinos argentinos cada día ocupan mas hojas en guías, revistas y libros.

Muchos nombres, marcas y estilos de vinos han dejado su huella en esta historia, nombres como Goyenechea, Bianchi, Gargantini, Arizu, Orfila, Filipini, Furlotti, Basso, Pulenta, Giol, López, Correas, Tirasso, entre otros, también estaban los que agregaron a sus familiares como Toso Hermanos, Tomba Hermanos o Agustín Piccione e hijos, existieron los melancólicos que llamaron a sus vinos recordando el lugar de donde partieron de muy jóvenes, como Chablis, Borgoña, Burdeos, Oporto, etc., sin conocer las consecuencias que les traería utilizar nombres de una DOC, además no debemos dejar de nombrar marcas como, La Superiora, El Vasquito, San Pedro, Santa Ana, El Globo, Tupungato, Panquegua, como olvidarla si tanto la vi en la mesa de mis abuelos.

En estos últimos años hubo una inyección de sangre nueva, se crearon nuevas bodegas, se revivieron otras, se fusionaron otras tantas, no importa si los capitales son nacionales o extranjeros, lo importante es que cada día somos mas grandes, y nos enorgullecemos de descorchar una botella de procedencia Mendoza, San Juan, Neuquén, Salta, Catamarca, La Rioja, Río Negro, La Pampa, Chubut, hasta Entre Ríos y Tandil, porque sabemos lo que costo llegar y estamos convencidos de que podemos hacerlo mejor.

Esto es un breve resumen de la gran historia de nuestras cepas, pueden faltar nombres, pueden faltar fechas y datos, la idea era hacer un poco de memoria, quizás ahora sientas el verdadero valor de una botella de vino argentino.

Por la vitivinicultura Argentina, por todos los que la hacen y por todos nosotros los amantes de nuestro vino….

Salud!!!!!

sábado, 20 de junio de 2009

REVIVIENDO LOS VINOS ENTRERIANOS


"Queremos revivir la vitivinicultura de Entre Ríos"

Rubén Tealdi, propietario del micro emprendimiento de La Paula y Jesús Vulliez, propietario de la bodega Vulliez Sermet, única en la provincia de Entre Ríos, nos cuentan cómo fue volver a empezar en una zona no muy conocida por la calidad de sus vinos.

La historia de la vitivinicultura en Entre Ríos comienza en el siglo XIX. En 1907 esta provincia llegó a ocupar el cuarto lugar en el censo Nacional de Viñas con una extensión de 4.900 hectáreas, contando con más de 30 bodegas. "Entre los departamentos donde mejor se desarrollaban las uvas, en ese momento, se encontraba Colonia San José, Concordia, Victoria y Federación. Sin embargo, en el siglo XX llegó la crisis a la vitivinicultura de esta provincia. Entre 1894 y 1916 la producción vitivinícola en todo el país creció un 700%. Sin embargo, en 1934 la Ley Nacional Nº 12.137 dispuso la creación de la Junta Reguladora de Vinos. El fin de este organismo fue desanimar radicalmente la actividad para fomentar a la región de Cuyo como única productora de vinos. Su actuación entre 1935 y 1943 representó para los entrerrianos un período muy triste", menciona Susana de Domínguez Soler en un estudio realizado para el Instituto Urquiza de estudios históricos.

Pero esto se revirtió, menciona en el informe, cuando en 1993 Augusto Alasino, senador nacional por la provincia de Entre Ríos, fue el autor de la ley que derogó toda la legislación regulatoria vitivinícola, en donde quedaba liberada la plantación, implantación, reimplantación y modificación de los viñedos en todo el territorio de la Nación, así como la cosecha de uva y su destino, ya sea para la industria, consumo fresco o la fabricación de alcohol.

De esta manera, de a poco están creciendo las hectáreas cultivadas. "Hoy hay cultivadas en Colón (Vulliez-Sermet) 5 hectáreas, en Paraná otras 5, en San José 1/2 hectárea, en Concordia 2, en Lucas González 1/4 y en La Paula 2,1/2 (con lo que plantaremos este año)", mencionó Rubén Tealdi, propietario de La Paula.

Emprendimientos en Entre Ríos

La única bodega en esta provincia se llama Vulliez Sermet, Vieja Bodega. Jesús Vulliez, dueño del establecimiento contó a Día a Día del Vino que el establecimiento es de 1874 y fue una de las tantas que quedo abandonada luego de la ley de producción y elaboración. "En esos años sólo permitían hacer vino para la familia o uva en fresco, pero no los dejaban comercializar, de esta manera los dueños fueron abandonando sus bodegas, quedando en cero la vitivinicultura de la provincia". Luego, continuó el propietario, "cuando se levantó la prohibición en 1997 decidimos revivir el proyecto de mis abuelos, de esta manera en el 2002 plantamos cinco hectáreas, y hoy la producción llega a 400 mil botellas”.

La bodega Vulliez Sermet ha recibido premios y medallas en diversos concursos internacionales. Sus vinos se encuentran entre los 7 y 10 dólares. Además, la bodega cuenta con 5 hectáreas de las variedades: Chardonnay en blancos y en tintos: Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Tannat, Syrah y Sangiovesse. La mitad de esa superficie se encuentra implantada en la propia finca y la otra mitad en otro establecimiento situado a 20 Km. Todo el vino se elabora con uva de producción propia.

La bodega esta equipada con la tecnología necesaria para elaborar vinos de alta gama. Actualmente los vinos Vulliez-Sermet se comercializan sólo regionalmente.

Además, esta bodega está enfocada al turismo, es por esto que cuenta con tres cabañas en el lugar para que las visitas puedan disfrutar de la bodega y sus alrededores; del mismo modo cuenta con un espacio para realizar fiestas, reuniones empresariales, en carpas o en la casona. Además se realizan degustaciones de vino dirigidas por el enólogo de la bodega con cena y música.

Por otro lado, La Paula, ubicada en Victoria, Entre Ríos cuenta con un cuartel de más de 1, 5 ha. Orientado NE/SO que recrea los viñedos de fines del siglo XIX.

El propietario de este emprendimiento explicó que "hasta el momento hemos implantado Merlot, Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat, sobre porta injertos americanos SO4 y M 101.14. El primer implante lo hicimos en el 2007 y luego en el 2008. La primer vendimia la vamos a tener recién el próximo año. De esta manera hemos retomado la vitivinicultura en Entre Ríos. Trato de contagiar a quién pueda para que la provincia vuelva a ser la región de hace muchos años atrás".

Tealdi mencionó que "la producción estimada de la primera vendimia será de unos 600 Kg. / 400 lts. La vendimia 2010 se hará en una bodega de Mendoza, ya que todavía no cuento con las instalaciones. La primera vendimia me dará unas pocas botellas, las cuales degustaremos con amigos y algunos periodistas locales. La idea será celebrar la llegada del primer vino, no la calidad, ya que será con ayuda de un enólogo del INV delegación Rosario pero una elaboración casera y sin experiencia. Eso vendrá en las próximas cosechas. La etiqueta, aunque seremos pocos tendrá su nombre, se llamará "MAURO Primera Añada", ya que Paula y Mauro son mis hijos".

POR: Laura Saieg

Para: Area del Vino.

viernes, 19 de junio de 2009

La Física Aplicada al Buen Servicio de los Vinos Espumantes

A continuación deseo compartir con los seguidores de este blog, un artículo que recibí vía e-mail del prestigioso Licenciado en Enología Ángel A. Mendoza, lo cual me lleno de orgullo y satisfacción.

A propósito de mi invitación a conocer este sitio y habiendo leído el artículo “El Champagne, la bebida de los Reyes”, Ángel Mendoza nos enriquece con un artículo de su autoría, sobre la física en el fascinante mundo de los vinos espumantes.

Que lo disfruten y nuevamente gracias “Lic. Ángel a. Mendoza”.


Los vinos espumosos o espumantes, incluidos los Champagnes – Cavas – Cremants – Sekts – Spumanti – Talento – Prosecco, se distinguen de los vinos tranquilos, por su carácter burbujeante, (mas de 2 millones de pequeñas burbujas en cada copa) y una presión interna superior a 3,5 ATM (1ATM = 1Kg/cm3), debido a una disolución natural de anhídrido carbónico (CO2).

Este gas natural de la fermentación es soluble en el vino.

La cantidad que entra en solución va en aumento con el aumento de la presión, de acuerdo a la Ley de Henry , según la cual el volumen de gas que se disuelve en un liquido , suponiendo constante la temperatura , es proporcional a la presión que se ejerce sobre el.

De manera que la espuma se forma por el anhídrido carbónico dispersado en el seno del vino a presión superior a la normal, en el momento que el espumoso se destapa y se lleva a la presión atmosférica o normal.

El desprendimiento de las burbujas resalta la fragancia característica del perfume y el bouquet del vino espumante.

Cada burbuja minúscula de CO2 lleva una finísima película liquida (entre 5 a 10 milimicrones) de vino hasta la superficie, y al desprenderse el gas, las sustancias volátiles del aroma llegan a las papilas olfativas del degustador.

Varios principios de la física de los gases, son importantes conocer y aplicar en el buen servicio de estos glamorosos vinos.

Es posible que los vinos espumosos, sean los mas distinguidos para celebrar el placer de la alegría y la felicidad de la gente: negocios, amores, triunfos deportivos, navidades, amigos, hijos, graduación universitaria, la primavera, el verano, las vacaciones, la playa.

Una buena botella de espumante evoca la fiesta, el buen humor, horas alegres, incluso antes de ser descorchada.

Los espumantes llevan una promesa de alegría en su servicio: el cubo de agua y hielo, la servilleta enrollada como una bufanda, el ruido del corcho al saltar, o “el suspiro de placer” con un descorchado suave, el gas que explota y se derrama en esa loca espuma que desborda la copa.

No hay prácticamente región vinícola del mundo, que no cuente con una versión espumosa de sus vinos.

Los vinos espumosos siempre conquistaron a nobles y poderosos, “Merecido en la victoria, necesario en la derrota”. Es un adagio anónimo que simboliza la mística de esta bebida.

El siglo XXI, la revela como una bebida más popular alegre, chispeante, e incluso “petulante”, tiene la irreverencia de conquistar jóvenes y prestigiar adultos.

Su mágica alegría, contagia cada vez a más ciudadanos.

Una botella de vino espumoso puede ser sinónimo de celebración, pero también puede ser un arma de una potencial peligrosidad.

La presión del gas carbónico que se encuentra almacenado en el interior de la botella es equivalente a la que puede haber dentro del neumático de un automóvil. Dicha presión puede hacer que el corcho salga disparado a una velocidad tal como para provocar daños considerables, sobre todo al ojo humano.

Aguante siempre bien el corcho con el pulgar o la palma de la mano hasta que consiga extraerlo poco a poco del cuello de la botella.

Sin dejar en ningún momento de sujetar el corcho con el pulgar, desprenda la cabeza de la cápsula y afloje el morrión o bozal de alambre que lo recubre hasta conseguir sacarlo. El morrión aflojado puede servir para sujetar mejor el corcho en la extracción.

Para extraer el tapón, gire suavemente la botella, desde la base, siempre con una servilleta, aislando la temperatura (35ºC) de la mano, y en un ángulo de 45ºC para conseguir la máxima superficie del vino posible en el espacio de cabeza. Y minimizar así la presión almacenada bajo el tapón.

Si ha hecho todo bien, el corcho debería salir lentamente de la botella, con apenas un “leve suspiro” en vez de un ruidoso estallido.

Cuanto menor sea la temperatura del vino y menos agitación se le haya dado, más fácil resultará evitar este taponazo.

Lo que hacen lo pilotos de Formula 1 después de ganar una excitante carrera es una lección ejemplar de cómo:

NO SE DEBE DESCORCHAR UNA BOTELLA DE VINO ESPUMOSO.

Pero los espumosos no se deben destapar demasiado frío (Menos 0ºC) para evitar el congelamiento súbito al salir el tapón.

Una ley física de los gases afirma que la relación que se establece entre la presión (P) que esta sometido un gas, multiplicada por el volumen (V) ocupado por aquel y dividida por la temperatura (T) es una constante calculada así: (P x V) / T: cte

Al descorchar la botella:

a) Sale violentamente el gas carbónico contenido en ella.

b) Aumenta el volumen del gas, al expandirse por el espacio.

c) Entonces, según la citada ley, para que el producto de P x V / T permanezca constante, es preciso que con igual brusquedad, descienda la temperatura. De ahí que los espumantes muy fríos dentro de la botella cerrada (pero no congelado) se hiele en forma súbita al ser liberado el gas que contiene a presión.

Este inconveniente no se resuelve de otra manera si no se trae otra botella en perfecto estado a más temperatura.

Para enfriar correctamente una botella de espumosos es necesario utilizar una frappera o cubo con una mezcla equilibrada de agua y hielo (cubitera).

Debe ser lo suficientemente alta para cubrir generosamente todo el volumen del vino.

Por razones físicas, el frío no sube y por lo tanto no enfría el volumen de espumosos que queda arriba de la frappera o cubo.

Para mayor eficiencia del enfriamiento del espumoso es necesario colocar agua y hielo en la cubitera o frappera.

Si solo hay cubitos de hielo, el enfriamiento es muy lento, porque estos solo llegan a tocar una pequeña parte de la superficie de la botella y los espacios de aire son malos transmisores del frío.

Una temperatura correcta, para el descorche y servicio de un sabroso espumante esta comprendida entre los 4 y 8ºC.

En tiempo de estío, es conveniente frappear las copas de servicio, para evitar derrames imprevistos y disfrutar mejor el desprendimiento de millones de pequeñas burbujas por mayor espacio de tiempo.

En algunas oportunidades de taponados profundos, tapones frágiles, o palanca manual que descabeza el tapón, es necesario operar de la siguiente manera:

1) Utilizar una aguja gruesa o elemento puntiagudo para agujerear el resto del tapón y dejar escapar un poco de gas y disminuir la presión.

2) Luego utilizar un saca-corcho común de vinos tranquilos.

El vino tendrá menos burbujas, pero el descorche de la botella será mas seguro.

Como las burbujas son la quinta- esencia de este tipo de vinos, merece la pena servirlos en un correcto tipo de copa que conserve el deleite del “perlage” el mayor tiempo posible. De ahí que se elija una copa alta y delgada y no otra ancha y baja.

Si quiere lograr el máximo de placer del sabor de un espumoso, elija copas elegantes, altas, esbeltas, con el borde superior un poco mas estrecho que el cuerpo. Así cerrando los ojos, es posible confirmar el universo lleno de estrellas que descubrió el monje ciego Dom Perignon.

Último consejo: evite dentro de lo posible, beber una botella de espumoso, el mismo día en que la haya comprado. Es mejor que repose unos cuantos días (hasta diez días después de un largo viaje en automóvil).

También sea gentil y cuidadoso al servicio de una gloriosa botella de espumoso entre sus amigos.

“Nunca dirija la botella hacia una persona, ventana o lámpara de luz”.

Es posible que en un futuro muy cercano, la tapa corona de inox, sea el cierre ideal de esta bebida .Perderá algo de glamour pero ganará seguridad en la guarda del vino espumoso y en el servicio de destape.

Por la elevada presión interna, se recomienda guardar los vinos espumosos a temperaturas cercanas a 0º C ,en el refrigerador domestico, para disminuir la presión interna y evitar disolución de malos gustos de los tapones de corcho.

¡Que lamentable resulta encontrar un desagradable olor y gusto a tapón con moho en una famosa etiqueta de espumante!!!!!


Lic. en Enología Angel “Einstenio” Mendoza.

jueves, 18 de junio de 2009

BODEGA TACUIL, LOS VIÑEDOS DONDE DIOS ACARICIA LAS VIDES.

En el Departamento de Molinos, Provincia de Salta, en pleno Valle Calchaquí, a 250 Km. de la ciudad capital y a 36 Km. del pueblo de Molinos, se encuentra ubicada la Bodega Tacuil con una extensión de 127 km2 y una superficie cultivable bajo riego de 208 has.


Las 30 Has de viñedos pertenecen a variedades blancas y tintas en su mayoría, entre las que encontramos Cabernet Sauvignon, Malbec, Torrontes y Sauvignon Blanc, los mismos se encuentran a 2.567 msnm, lo que les aporta características propias y particulares de la altura.


La Bodega esta emplazada en un lugar maravilloso, libre de fabricas y contaminantes que puedan alterar las propiedades del terruño, garantizando uvas de calidad y sanidad absoluta, el clima es seco y frío en la mayor parte del año, con un bajo índice de nubosidad y una radiación e irradiación solar muy fuertes, la amplitud termina es de 25º/30º entre el día y la noche durante 340 días del año, en invierno la humedad relativa del ambiente es muy baja, lo que sumado al clima seco, hace indispensable el riego artificial.


Los viñedos están implantados sobre suelo arenoso suelto, muy permeable, con bajo tenor de nitrógeno y materia orgánica, lo que posibilita el desarrollo al máximo de los sabores y cualidades aromáticas.


Los orígenes de la finca datan de los años de la colonización, en un principio fue el lugar donde pasó sus últimos días Don Nicolás Severo de Isasmendi, quien fue Gobernador e Intendente de Salta, depuesto por los revolucionarios. Al morir Don Nicolás, le asigna como herencia a su hija menor, Ascensión Isasmendi, una serie de fincas, entre las que se encontraban Tacuil y Colomé.


Doña Ascensión, contrajo matrimonio con el Dr. José Benjamín Dávalos, que sería también Gobernador de Salta, cargo que ocupaba cuando falleció en 1867, a partir de entonces y venciendo una serie de dificultades, Doña Ascensión adquiere cepas de calidad enológica en Francia e incrementa los viñedos, iniciando así la industrialización de la vitivinicultura en los Valles Calchaquíes.


En la actualidad y desde 1989 esta a cargo del negocio familiar Raúl Dávalos, quien luego de retirarse como oficial de la Armada Argentina, se encargo de recuperar estos viñedos centenarios y llevar a la consagración sus vinos, en países como Gran Bretaña y Francia.


En el año 2000, Raúl Dávalos vende la Finca Colomé, al grupo de origen Suizo – Norteamericano, “Hess Collection”, manteniendo en su poder la Finca Tacuil, donde comienza a incrementar la superficie del viñedo hasta alcanzar en el año 2007 las 30 Has que ofrecen hoy una capacidad de producción de 100.000 lts de vino de excelente calidad al año.


LOS VINOS DE LA BODEGA SON:

  • VIÑAS DE DAVALOS
  • 33 DE DAVALOS
  • DOÑA ASCENSION
  • RD


LA TEMPERATURA ADECUADA PARA EL SERVICIO DEL VINO


“El vino blanco bien frappé y el tinto a temperatura ambiente”. Probablemente, una gran mayoría de gente respondería con esta frase si les preguntáramos a qué temperatura se sirve el vino. Hoy, sabemos que cada estilo de vino tiene una temperatura adecuada de servicio. Adecuada, significa la mejor para poder apreciar por completo todas las cualidades y características de un vino determinado.

Es verdad que los blancos se sirven fríos, pero no debemos exagerar. El frío adormece las papilas gustativas y no nos permite percibir del todo los aromas, que se expresan mucho mejor si el vino no está “helado”. También debemos tener en cuenta qué estilo de vino blanco estamos degustando. Un blanco joven, sin madera, fresco y sencillo puede degustarse un poco más frío que un blanco ampuloso, con paso por roble.

Los rosados, también son un ejemplo de vinos que suelen beberse demasiado fríos: lo ideal es tomarlos a una temperatura algo superior a la de los blancos.

Y los tintos… La clave es: nunca superar los 18º C!!!! Solemos consumir estos vinos demasiado “calientes”. La famosa “temperatura ambiente” varía justamente según el ambiente en que nos encontramos. Pero seguramente no será fresca, sino más bien rondará los 22º C (en el mejor de los casos). Una temperatura en ese nivel, hará que el alcohol, tan volátil, comience a desprenderse, dificultando la degustación y el disfrute. En nuestro país, donde los vinos son particularmente alcohólicos si se los compara con los europeos, por ejemplo, debemos cuidar muchísimo la temperatura de servicio para disfrutarlos mucho más.

A continuación, una breve guía de temperaturas según el estilo de vino.

Vino - Temperatura
Espumantes 6 a 7º C
Blancos jóvenes sin madera 8 a 10º C
Blancos añejos o con madera 10 a 12ºC
Rosados 11 a 13º C
Tintos jóvenes y frutados 14 a 16ºC
Tintos con cuerpo y paso por roble 16 a 18ºC
Blancos dulces y fortificados blancos 6 a 7ºC
Tintos fortificados 15º C

POR: LAURA SOTELO ( JEFA DE SOMMELIER BODEGA FAMILIA ZUCCARDI )

miércoles, 17 de junio de 2009

FAMILIA ZUCCARDI, SINONIMO DE INNOVACION

Bodega Familia Zucardi, fiel a su espíritu innovador y como resultado de una tarea que viene desarrollando desde mediados de la década pasada, trabajando con la implantación de 35 variedades totalmente desconocidas en nuestro país, presenta un vino diferente, “Santa Julia Innovación Mourvedre 2008”.

La presentación esta destinada a quienes les interesa degustar algo distinto, la variedad con la que fue elaborado este vino se denomina Mourvedre y sus origenes provienen de España, donde se lo conoce tambien con el nombre de Monastrell , actualmente está muy difundida en ese país y en el sur de Francia, también es cultivada en California y Australia, lugares donde se la llama Mataro.

La linea esta compuesta por ocho vinos no tradicionales que componen este rango conformado por partidas limitadas de variedades experimentales como: Verdelho, Grenache, Arinarnoa, Ekigaina, Nero D’avola, Bourboulenc, Touriga Nacional y Carmenere, las que se encuentran implantadas en la región mendocina de Santa Rosa, y luego completan su proceso de vinificación en las instalaciones experimentales que Santa Julia posee en su bodega de Maipú.

De acuerdo a la evolución que estas variedades vayan demostrando cosecha tras cosecha, pasarán a formar parte de las marcas Santa Julia Varietales o Zuccardi Textual. Esta última agrupa a las variedades que han mostrado sumar complejidad y elegancia con la crianza en barricas de roble.

"El Santa Julia Innovación Mourvedre 2008" es un vino de color rojo rubí profundo y vivaz. En nariz de destaca por sus aromas a frutos rojos maduros, canela, hongos frescos, especias y algo de regaliz. En boca presenta buena entrada, es complejo, con taninos amables. Marida excelentemente con pastas con salsas suaves, carnes rojas y quesos.

Santa Julia Innovación Mourvedre 2008 se comercializa solamente en el Wine Shop de la bodega ubicada en Maipú y en las vinotecas más selectas de Argentina. Su precio de venta sugerido al público es $ 19,50.

martes, 16 de junio de 2009

VINOS Y BODEGAS COSECHA 2009


La tradicional exposición de Vinos y Bodegas que se presenta anualmente en la Sociedad Rural de Buenos Aires ya tiene fecha confirmada, se desarrollará entre los días 09 y 12 de septiembre del corriente año y de las novedades que se pueden destacar hasta el momento, encontramos la participación de las Escuelas de Sommeliers, tanto la EAS como CAVE, crearán contenidos orientados al consumidor, tendrán a cargo del Sector Malbec y organizarán el concurso al mejor Torrontes, entre otras actividades.

Viendo el tiempo de anticipación con el que se realiza la organización de este evento y los expositores que darán el presente en esta experiencia, sería interesante la participación del Centro de Enólogos de Buenos Aires, llevando adelante alguna actividad educativa que enriquezca la formación de sus alumnos desde el campo de la práctica y el contacto con los visitantes a la muestra.

Los precios de las entradas, como era de esperar, han variado con respecto a la edición anterior, los mismo son:

Entrada General $ 45,00.
Entrada General y Acceso al Sector de Alta Gama $ 120,00

Espero poder participar de la expo y encontrarlos allí, para compartir juntos los buenos momentos que nos acerca el mundo del vino.

UTILIZACION EN VINOS DE LAS EXPRESIONES RESERVA Y GRAN RESERVA


El Instituto Nacional de Vitivinicultura, a través de la Resolución C 22 del 19 noviembre de 2008, autorizó la mención de las expresiones Reserva y Gran Reserva en vinos.

Relevamientos llevados a cabo por el Organismo, han determinado que es elevado el número de empresas que buscan diferenciar sus vinos para lo cual, los industriales presentan para aprobación, marbetes identificatorios en lo que la denominación legal del producto (Vino) es complementada con alguna expresión tradicional y en virtud de ello el INV consideró que resulta necesario definir algunos términos de uso frecuente en las etiquetas de vinos con el objeto de suministrar información clara al consumidor.

La norma dictada por el Instituto tiene también como objetivo adecuar el uso de estas expresiones tradicionales al tipo de vino que definen en la Unión Europea y para ello establece que el término RESERVA sólo podrá emplearse en etiquetas de vinos elaborados a partir de una lista fijada por el organismo (por ejemplo Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, etc.) o por el corte de dichas variedades que estén en condiciones para la elaboración de vinos de calidad.

La cantidad de uva requerida para la elaboración de cada 100 litros de vino deberá ser de por lo menos 135 Kg. de uva. Los vinos Reserva Tintos tendrán una crianza durante un período mínimo de 12 meses a partir de que se encuentren enológicamente estables, en tanto para los Blancos y Rosados ese lapso no podrá ser inferior a los seis meses.

En el caso de los GRAN RESERVA además de los requisitos exigidos para la materia prima en la mención RESERVA, para la elaboración deberá emplearse una relación de 140 Kg. de uva cada 100 litros de vino y los Gran Reserva Tintos deberán tener una crianza de 24 meses como mínimo y en el caso de Blancos y Rosados el tiempo mínimo de crianza no podrá ser inferior a 12 meses.

La Resolución C 22/08, entrará en vigencia a partir de la liberación al consumo de los vinos cosecha 2009.

VARIEDADES AUTORIZADAS PARA VINO RESERVA Y GRAN RESERVA

En variedades tintas se autoriza la utilización de: Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Fran, Carmenere, Syrah, Pinot Negro, Petit Verdot, Pinot Meunier, Tannat, Lambrusco Maestri, Barbera, Sangiovese, Bonarda, Tempranillo y Carignan. En las variedades rosadas: Gerwrztraminer, Pinot Gris, Canarí y en las blancas: Chardonnay, Chenin, Torrontés, Verdillo, Sauvignon, Semillón, Sauvignonasse, Riesling, Viognier, Moscato Bianco, Pinot Blanco, Prosecco y Petit Manseng.

FUENTE: Instituto Nacional de Vitivinicultura

LA MEJOR SOMMELIER DE LAS AMERICAS


Para Élyse Lambert, "El Malbec es encantador y se ha convertido en el buque insignia de Argentina".

Se convirtió en la mejor sommelier de las Américas, en el último concurso organizado por la Asociación Argentina de Sommeliers.

En esta entrevista, nos cuenta su visión sobre el crecimiento de la profesión y qué opinión tiene del vino argentino.

La Asociación Argentina de Sommeliers organizó el primer concurso "mejor sommelier de las Américas", que se llevó a cabo del 31 de mayo y el 1° de junio en el Hotel Panamericano Buenos Aires.

La competencia, primera en su tipo, tiene como objetivo promover esta profesión, junto con el turismo y la gastronomía en la región. La ganadora, en esta ocasión, fue la sommelier Élyse Lambert de Canadá. En esta entrevista nos cuenta cuáles fueron sus habilidades que la diferenciaron del resto de los competidores, y cómo ve al vino argentino en su país.

Además de haber sido galardonada en este concurso, se ha coronado en varias ocasiones, como por ejemplo: mejor Sommelier de Québec 2004 y 3° Mejor Sommelier de Canadá 2006. Actualmente, Lambert es sommelier de Le Local, reconocido como uno de los mejores restaurantes de Canadá del año 2008.

Los candidatos en esta oportunidad debieron demostrar sus habilidades tanto teóricas como prácticas en temas que van desde el servicio, la cata, la vitivinicultura, la gastronomía, la geografía vitivinícola y la cultura general, hasta los procesos de elaboración, producción y consumo de los más diversos productos y bebidas de todo el mundo.

- ¿Cómo nació tu vocación por el vino?
- Fue amor a primera vista, desde que tome mi primera clase en 1997. La sommelerie significa para mí una gran pasión, me llena de alegría cuando puedo ayudar a elegir un vino y se va feliz con la elección que tomó. Además, nunca pienso que he llegado a aprender todo, creo que siempre hay algo nuevo por descubrir, sobre todo en lo que se refiere a vitivinicultura.

- ¿Creés que de a poco las bodegas y restaurantes le están dando más importancia a la sommelerie?
- Sí, y esto se debe a que los consumidores cada vez son más curiosos y entusiastas por conocer el mundo del vino. En Québec, por ejemplo, las personas están mucho más educadas que hace 15 años atrás. Debido a esto, los restaurantes y bodegas necesitan gente especializada que conozca y sepan guiarlos. El servicio de sommelier está siendo cada vez más solicitado en estos sitios; asignándole mayor importancia a nuestra profesión.

-¿Cuáles creés que fueron tus principales habilidades para ganar en este concurso?
- El concurso fue difícil. Creo que la diferencia fue la tranquilidad con la que me sentía. Estaba muy cómoda. Mis puntos fuertes radican en la cata ciega y en el segmento de servicios.

- ¿Cómo orientás al consumidor cuando desea elegir un vino?
- Al llegar a la mesa, sabiendo lo que el cliente pidió para comer, la primera pregunta que se plantea es qué suele beber y qué le gustaría tomar. Mi meta es que mis clientes se vayan felices; encontrando yo, como sommelier, lo que ellos quieren tomar.

- ¿Cuál es la importancia de que un restaurante o bodega tenga un sommelier?
- Cuando hay un sommelier, la calidad de la intervención y la descripción de los vinos son distintas. La filosofía de la bodega, las explicaciones de las diferentes variedades serán en general más precisas. El sommelier tiene mayores conocimientos acerca del vino, y pasión; de esta manera el diálogo con la persona que está buscando un vino es mucho más fácil.

- Según tu experiencia en uno de los restaurantes más importantes de Canadá. ¿Los consumidores reconocen al vino de Argentina? ¿Qué les llama la atención?
- El vino de la Argentina está haciendo un muy buen trabajo en nuestro mercado. La imagen de buena calidad y precio del vino está bien establecida. Y esto se transmite mucho en el Malbec; es una variedad muy encantadora y se ha convertido en un buque insignia de Argentina. No tengo ninguna duda de que los vinos argentinos tiene el potencial de ser bien recibido en todo el mundo.

Los vinos argentinos son muy pedidos pro los clientes en los restaurantes, en especial el Malbec, para acompañarlo con un plato de carne vacuna.

FUENTE: Laura Saieg, para areadelvino.com