lunes, 5 de octubre de 2009

La tinta Bonarda y blancas comunes son las más afectadas

Los golpes de sol y las enfermedades afectaron la cosecha 2009.

La cosecha 2009 tuvo una fuerte disminución respecto de la anterior en el orden del 28 % en toda la provincia, pero con cifras cercanas al 50 % en los departamentos de Caucete y 25 de Mayo, sector donde se concentraron los mayores daños por granizo, peronóspora y altas temperaturas con golpes de sol. No se registraba una merma de semejante magnitud desde 1996 oportunidad en que la sequía se llevo el 32 % de la producción.


En la primavera 2008 heladas de importancia dañaron parrales y viñas en forma considerable provocando necrosis en los brotes tiernos y por lo tanto dejando menos brotes fértiles, es decir menor cantidad de flores.

Es aquí donde la producción sufrió la primera causa de la merma.

Al final de la primavera aparecieron los primeros focos de ataque del hongo de la peronóspora atacando las hojas. Los primeros focos se detectaron principalmente en Caucete, 25 de Mayo y Sarmiento, los tres departamentos que concentran el 40 % de la producción total de la provincia.

Un fenómeno a destacar fueron las altas temperaturas registradas en las casillas meteorológicas por arriba de los 35 grados centígrados. Por arriba de este valor la respiración de la planta se ve muy afectada y ello provoca que entre en un severo shock si las condiciones se mantienen por largo tiempo. Esto ocurrió este verano en San Juan y la zona este de Mendoza. Entre el 20 de enero y el 6 de febrero los registros de las estaciones del INTA indicaron valores de temperaturas máximas de 36, 38 y 41 grados centígrados en termómetros que se encuentran al abrigo del sol, lo que a nivel de follaje y racimos sería unos 15 grados mas aproximadamente.

Seguramente contribuyó también a este caos la falta de pulverizaciones o la mala aplicación de los agroquímicos contra la enfermedad por parte de los productores.

La caída de hojas y desfoliación y las altas temperaturas generaron un importante escaldado y deshidratación de bayas. Esto fue el golpe letal para que la cosecha cayera estrepitosamente. Evidentemente la caída de hojas y los golpes de sol hicieron que la planta enviará menos reservas azucaradas para sus frutos y prefirió destinar a reservas en troncos y raíces. Esto generó también que los granos sean más pequeños y pesaran menos.

El cuadro muestra la sensibilidad de las variedades. Hay que destacar que el Tannat es una uva muy aguantadora al calor. El Viognier, Pinot Gris Y Aspirant tuvieron aumento por nuevos viñedos que entraron en producción.


Fuente: Diario de Cuyo

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